La geografía posibilita el análisis de una realidad muy compleja, donde el territorio se constituye como una síntesis o confluencia de múltiples dinámicas y procesos de orden natural, económico y social, cuya aceleración hace inexcusable la redacción y aplicación de Planes de Ordenación del Territorio que contribuyan a la racionalización de las actividades humanas sobre el espacio y a su compatibilidad con los recursos y valores ambientales, paisajísticos y culturales. De la misma forma, los/las geógrafos/as también participan en el estudio y confección de diferentes Planes Sectoriales de gran repercusión sobre el territorio, como la planificación de los recursos hídricos o de las grandes infraestructuras de transporte.

Como partes del territorio con dinámicas especialmente activas, las ciudades y áreas metropolitanas constituyen en la actualidad los centros donde se localiza la mayoría de la población mundial, concentrando gran parte de los retos y problemas que debe afrontar la humanidad (contaminación, transporte/movilidad, migraciones, etc). Los/as geógrafos trabajan activamente en la redacción de los Planes de Ordenación Urbana, como instrumentos generales para la planificación del crecimiento de las ciudades, así como en aspectos específicos de los espacios urbanos como los Planes de Movilidad (transporte urbano/metropolitano), Planes de Vivienda, o Sostenibilidad Urbana (estrategias y medidas ambientales en las ciudades).

Las relaciones entre la naturaleza y la sociedad representan un objetivo central de los estudios y aplicaciones de la geografía. Así, tradicionalmente el conocimiento y caracterización de recursos naturales ha sido un campo de actividad profesional de los/as geógrafos/as, centro en la explotación de los mismos para una mejora del bienestar de las sociedades. Hoy día, este trabajo se centra especialmente en ámbito de las energías renovables, donde la localización óptima de plantas solares y eólicas representa una de las actividades de mayor proyección para los/las profesionales de la geografía.

Al mismo tiempo, la explotación de los recursos y la degradación de la naturaleza por las propias actividades humanas, han provocado una crisis ambiental, cuya traducción más palpable y preocupante es el cambio climático. La geografía tiene mucho que aportar en el conocimiento y gestión de estos fenómenos, a través de actividades como la evaluación de los impactos ambientales, así como en el diseño y aplicación de políticas de protección, conservación y restauración de espacios naturales.

Por último, y en buena parte agravado por esta situación de crisis ambiental, los riesgos y desastres naturales (terremotos, inundaciones, incendios forestales, vulcanismo) representan una de las amenazas más preocupantes que enfrentan las sociedades actuales, siendo éste un campo en el que los/las profesionales de la geografía vienen trabajando de forma muy activa desde hace décadas.

En nuestros pueblos y ciudades intermedias, así como en los entornos rurales y naturales, como contrapunto al mundo urbano, se han venido manifestando una serie de crisis y problemáticas que se traducen en fenómenos tales como la despoblación (España vaciada), el envejecimiento o la degradación y pérdida del paisaje y la cultura tradicionales. Políticas como el desarrollo local y rural, la puesta en valor y promoción (proyectos turísticos y medioambientales, gestión de mancomunidades, geomárketing, etc) de los múltiples recursos existentes en este tipo de ámbitos representa una línea profesional en expansión, a la que los/las geógrafos/as están contribuyendo de forma decisiva.

La adquisición de datos sobre los elementos y procesos que se dan sobre la superficie terrestre, así como el tratamiento y análisis de estos datos, y su representación en forma de mapas, constituye el objetivo central de las Tecnologías de la Información Geográfica, cuyo conocimiento y manejo se adquiere a través de los Estudios de Geografía. Al margen de la cartografía tradicional, en las últimas décadas hemos asistido a una auténtica revolución tecnológica en este campo, dominada por los procesos de digitalización e informatización de todos estos procedimientos. Así, la observación de la Tierra a través de imágenes de satélite (teledetección), o la adquisición de ingentes cantidades de datos procedentes de GPS, sistemas de navegación y todo tipo de redes de sensores de medición, a hecho crecer de forma exponencial el volumen de información de contenido geográfico (Spatial Big Data). El tratamiento de este tipo de información con los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y las Bases de Datos Espaciales, permite llevar a cabo un análisis muy sofisticado de los complejos procesos que se dan sobre el territorio, así como su representación a través de la cartografía digital (2D y 3D – Modelos Digitales del Terreno) e internet (Web Mapping).

Los Estudios de Geografía pueden conducir a la práctica docente, tanto a nivel de actividades desarrolladas tanto en la administración regional y local, como en el ámbito de la consultoría de la Enseñanza Secundaria (ESO y Bachillerato), como a nivel universitario. De la misma forma, existen posibilidades para desarrollar una carrera investigadora en el campo de la geografía, dentro del mundo universitario o en el seno de diferentes centros e instituciones científicas como el CSIC. Además, dada la importancia de los temas por los que se interesa la geografía, son múltiples las líneas de trabajos y salidas profesionales que se dan en el campo de la divulgación, concienciación y educación ambiental y territorial, en los que el uso de las TIG, los recursos multimedia e internet resultan imprescindibles.

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